http://dx.doi.org/10.24016/2023.v9.305
ARTÍCULO ORIGINAL
Design of a regression model to predict the presence
of depression during pregnancy based on emotional intelligence, parental care, anxiety
and stress
Diseño de un modelo de regresión para
predecir la presencia de la depresión durante el embarazo a partir de la
inteligencia emocional, el cuidado parental, la ansiedad y el estrés
Sandro
Giovanazzi 1*, Aquiles Pérez 2
1 Escuela de Psicología y Programa de Magíster en Psicología Clínica,
Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Bernardo O’Higgins, Santiago, Chile.
2 Departamento de Psicología, Facultad de Ciencias de la Salud.
Universidad Argentina de Empresas, Buenos Aires, Argentina.
* Correspondencia: sandro.giovanazzi@ubo.cl.
Recibido: 17 de noviembre de 2022 | Revisado: 30 de enero de 2023 | Aceptado: 04 de mayo de 2023 | Publicado
Online: 04 de junio de 2023.
CITARLO COMO:
Giovanazzi,
S., & Pérez, A. (2023). Design of a regression model to predict the presence
of depression during pregnancy based on emotional intelligence, parental care,
anxiety and stress. Interacciones, 9,
e305. http://dx.doi.org/10.24016/2023.v9.305
ABSTRACT
Background: Emotion regulation involves the modulation of emotional experiences to facilitate
goal attainment. Conversely, emotional difficulties are a pattern of emotional
experiences and expressions that interfere with goal-directed behavior. Objectives: Design
a new model to predict the presence of depression in women during pregnancy. Methods: Non-experimental,
cross-sectional, explanatory study of depression in women during pregnancy
(logistic regression) considering the variables emotional intelligence,
parental care, anxiety and stress. The sample consisted of 273 pregnant
women-mothers between 14 and 38 weeks pregnant, aged between 18 and 38 years,
for a mean of 25.67 years (SD= 5.8). Results: The
regression model is valid and significant in predicting the probability of
occurrence of depression, explaining 82.4% of the variance of DV (Presence of
depression) by the variables age, clarity and repair of depression dimensions.
emotional intelligence, the maternal and paternal overprotection dimensions,
and paternal care of the parental style variables; stress, work and single
marital status. There is a 95.2% probability of success in the depression
result when each of the model variables is incorporated. Conclusions: The
best predictors of depression in pregnancy would be, on the one hand, higher
levels or values of the variables and indicators age, reparation, maternal
overprotection, paternal care, and stress, and on the other hand, low scores in
the dimensions and values of clarity variables, and paternal overprotection;
added to whether the woman works and is single. This combination of variables
would be the individual and contextual conditions that influence said
appearance.
Keywords: Perinatal psychology, Perinatal depression, Clinical Psychology,
Psychopathology, Psychological variables.
RESUMEN
Introducción: La depresión perinatal se ha definido como la
presencia de episodios depresivos mayores o menores durante el período
gestacional y/o durante el primer año posparto. La depresión durante el
embarazo afecta alrededor de un 13% de las mujeres embarazadas a nivel mundial
y en un 10% en la población chilena con consecuencias significativas para la
mujer, su hijo y su familia. Objetivo: Diseñar un nuevo modelo para
predecir la presencia de depresión en mujeres durante el embarazo. Método:
Estudio no experimental, transversal, de tipo explicativo de la depresión en
mujeres durante el embarazo (regresión logística) considerando las variables
inteligencia emocional, cuidado parental, ansiedad y estrés. La muestra estuvo
conformada por 273 mujeres-madres gestantes entre 14 y 38 semanas de embarazo,
con edades entre 18 y 38 años, para una media de 25.67 años (SD= 5.8). Resultados:
El modelo de regresión es válido y significativo en la predicción de las
probabilidades de ocurrencia de la depresión, explicando el 82,4% de la
varianza de la VD (Presencia de la depresión) por las variables edad, las
dimensiones claridad y reparación de la inteligencia emocional, las dimensiones
sobreprotección materna y paterna, cuidado paterno de las variables estilo
parental; estrés, trabajo y estado civil soltera. Hay un 95.2% de probabilidad
de acierto en el resultado de la depresión cuando se incorpora cada una de las
variables del modelo. Conclusiones: Los mejores predictores de la
depresión en el embarazo serían por una parte mayores niveles o valores de las
variables e indicadores edad, reparación, sobreprotección materna, cuidado
paterno y estrés, y por otra parte puntajes bajos en las dimensiones y valores
de variables claridad, y sobreprotección paterna; sumado a si la mujer trabaja
y es soltera. Esta combinación de las variables serían las condiciones tanto
individuales como contextuales que influyen en dicha aparición.
Palabras clave: Psicología perinatal, Depresión perinatal, Psicología Clínica,
Psicopatología, Variables psicológicas.
INTRODUCCIÓN
La
depresión durante el embarazo afecta entre el 13% (Banti
et al., 2010) y el 15% (Rojas et al., 2018), de las mujeres embarazadas a nivel
mundial con etiología multifactorial. En la población chilena tiene incidencia
del 10% (Jadresic et al., 2007). Estos valores pueden
están relacionados con incidencia de la depresión postparto que suele estar
entre 3% y 30% (Dennis y McQueen, 2009; National Health and Medical Research
Council, 2000) durante el primer año, dependiendo del tiempo después del
nacimiento y el método de medición utilizado. La Asociación Americana de
Psiquiatría (2014) reporta que hasta un 50% de los episodios de depresión mayor
postparto comienzan antes del parto. De forma similar Celik
et al., (2015) reportan que el 56% de las mujeres latinas residentes en México
y Estados Unidos presentan trastorno de depresión posparto durante los primeros
cuatro meses después del nacimiento de su bebé.
De
esta forma, la depresión perinatal surge como un tema de interés definido como
la presencia de episodios depresivos mayores o menores durante el período
gestacional y/o durante el primer año posparto (Babb
et al., 2015). Logrando delimitación y nombre dentro de las patologías en el
Manual de Diagnóstico y Estadística de Trastornos Mentales (APA, 2014),
identificado como “trastorno depresivo de inicio en el periparto”. Corresponde
a uno de los desórdenes mentales que más inhabilita a las mujeres, llegando
afectar hasta el 75% de las mujeres durante la gestación (Silva et al., 2013),
y niveles más elevados (33.3±10.94) en este período en comparación con mujeres
no embarazadas (24.8±14.0) (Chinchilla-Ochoa et al., 2019).
Al
ser una etiología multifactorial, la literatura reconoce potenciales
circunstancias o condiciones precursoras de la depresión durante el embarazo,
entre las cuales se pueden mencionar: la presencia de ansiedad (Lovibond y Lovibond, 1995; Silva
y Mejías, 2013), desajustes emocionales (Lazarus, 2000; Uriarte, 2006;
Beltrán-Jiménez y Ortiz-Acosta 2011), y factores psicosociales y
acontecimientos vitales (Ferreira et al., 2012; Paolini et al., 2012); todas
las cuales se presentan como condiciones preexistentes al estado de embarazo
(Mauri et al., 2010). De igual forma, Quezada y González (2012) reportan que la
condición de estado civil (Silva et al., 2013), el tipo de embarazo y los
estresores económicos y/o sociovinculares (González y
Landero, 2006), explican el 71% de la varianza de la depresión en las adolescentes
primogénitas. Por su parte Moreno et al. (2004) los considera aspectos que se
relacionan de manera directa con la emergencia de la depresión y está asociada
con una variedad de consecuencias negativas tanto para la madre como para su
bebé y la familia en general.
Otro
variable que destaca en la literatura es la inteligencia emocional, autores
como Woodard (2010) y Malpartida (2020) plantean que
las mujeres embarazadas y particularmente si están deprimidas, presentan mayor
habilidad que las no embarazadas, para comprender y manejar las emociones, es
decir, que el embarazo potencia la percepción de habilidades relacionadas a la
inteligencia emocional. Barraza et al. (2015) presentan evidencia que a mayor
atención emocional mayores niveles de depresión, en tanto que, a mayores
niveles de comprensión y regulación emocional, menores niveles de depresión;
estos resultados son concordantes con lo reportado por Beltrán-Jiménez y Ortiz
(2011).
La
depresión durante el embarazo afecta tanto a la madre como al bebe,
observándose: bajo peso al nacer, bajo tamaño, dificultades en el desarrollo
cognitivo y motor, problemas en el establecimiento de un apego seguro, y
futuros problemas relacionales y emocionales (Alhusen
et al., 2013). También hay reporte de hijos de madres que han sufrido de
depresión periparto, que tienen más probabilidades de tener problemas
emocionales, alimentarios y de comportamiento (Mendoza y Saldivia, 2015).
Asimismo, se han descrito consecuencias en la adherencia a los controles o
abandono de los cuidados prenatales propios del embarazo, como lo son las
ausencias a los primeros controles y deterioro del autocuidado que se requiere
para el proceso del embarazo (Dorca, 2015; Jadresic, 2010; Orr et al.,
2007).
Mendoza
y Saldivia (2015) puntualizan que el diagnóstico tardío de depresión posparto
puede traer complicaciones a toda la familia, con énfasis en los problemas
entre el vínculo entre madre, padre e hijo, para las madres puede convertirse
en un trastorno depresivo crónico, que puede llegar incluso al suicidio y
filicidio durante el período perinatal. Para los padres, puede tener un efecto
dominó, y causar tensión emocional y convertirse en un factor de riesgo para
que el padre también pueda desarrollar depresión (Bayrampour
et al., 2015; Malpartida, 2020). Por estas razones, esta investigación tuvo
como objetivo diseñar un
nuevo modelo para predecir la presencia de depresión en mujeres durante el
embarazo.
MÉTODO
Participantes
Se realizó un muestreo no probabilístico de sujetos voluntarios,
para recopilar una muestra de 273 mujeres-madres gestantes que asistieron a los
consultorios del sistema de salud público de la región de Coquimbo y La Serena,
Chile, con tiempo de embarazo entre 14 y 38 semanas, tenían un rango de edad
entre 18 y 38 años (M= 25.67 años; SD= 5.8), y que consultaron uno de los
cuatro centros de salud familiar y atención primaria del sistema público de las
ciudades antes señaladas. El 51.64% (141 mujeres embarazadas) provenían de La
Serena y el 48.36% (132 mujeres embarazadas) de Coquimbo.
Instrumentos
Para medir la Inteligencia Emocional, se utilizó el
TMMS-24 (Trait Meta-Mood Scale) versión abreviada de 24 ítems (8 ítems por cada
factor o componente evaluado: atención, claridad y reparación), desarrollado
por el grupo de investigación de Salovey y Mayer (1995) y adaptada por
Fernández-Berrocalet al. (2004). La escala original
evalúa el metaconocimiento de los estados emocionales mediante 48 ítems. Es una
de las escalas más utilizadas para la evaluación de la inteligencia emocional autopercibida, dada su facilidad de aplicación y fiabilidad
(Extremera y Fernández, 2006). En Chile el TMMS-24 se encuentra validado en
muestras de universitarios chilenos (Barraza y González, 2016;
Espinoza-Venegas, et. al, 2015), con niveles de confiablidad mediante alfa de cronbach para cada una de las subescalas de: Atención, α =
.87; Claridad, α = .85, y de Reparación, α = .88. En el presente estudio, se
calculó la confiabilidad mediante el coeficiente de consistencia interna,
obteniendo alfa de cronbach de α = .86 para la escala
total, mientras que en las subescalas se obtuvo para la Atención, α = .83; Claridad,
α = .86, y de Reparación, α = .82. Para estimar la validez de constructo,
primero se estimó la adecuación de los datos mediante la prueba de
Kaiser-Meyer-Olkin (KMO), obteniéndose un valor de
.81 (valores adecuados >.80). También se realizó una prueba de esfericidad
de Bartlett, con valor adecuada (p < .001). Se utilizó el análisis de
componentes principales para calcular un análisis factorial exploratorio (AFE),
el modelo que presentó mejor ajuste fue el compuesto por tres factores que
explican el 54.25% de la varianza total de la muestra. También se realizó el
análisis factorial confirmatorio (AFC) y calculó de la invariancia factorial
(mediante la máxima verosimilitud). Se estimó la no normalidad de los datos
mediante la corrección robusta de Satorra-Bentler. En
base al estadístico X2 (< .01), no se puede asegurar un ajuste
adecuado del modelo, pero el índice de ajuste comparativo (CFI) de > .90
(buen ajuste a los datos); el índice de ajuste no normado (NNFI) de > .90
(buen ajuste a los datos); los índices de ajuste incremental (IFI) de > .90
(buen ajuste a los datos); los índices de McDonalds
(MFI) > .90 (buen ajuste a los datos). El error cuadrático medio de
aproximación (RMSEA) muestra un ajuste adecuado (≤ .08).
Por otra parte, la ansiedad, estrés y depresión se
midió con en el DASS-21 (depression anxiety and stress scale) versión
compuesta por 21 reactivos tipo Likert. Proporciona sintomatología de la
ansiedad, depresión y estrés de forma independiente. Proporciona una concepción
dimensional de cada trastorno psicológico (Lovibond y
Lovibond, 1995). En Chile el DASS-21 fue adaptada y
validada por Antúnez y Vinet (2012), con alfas de cronbach
de .85; .83 y .73 para las escalas de depresión, estrés y ansiedad
respectivamente. Un alfa de .91 para la escala total. Para calcular la validez
de constructo se empleó el análisis de componentes principales, tres factores
correlacionados que representaron una proporción de la varianza (43.7%). Estos
autores reportan indicadores de validez convergente, mediante el coeficiente de
correlación de Pearson, entre las escalas del DASS-21 con el Inventario de
Depresión de Beck (r= .71, p< .001), y el Inventario de Ansiedad de Beck (r=
.54, p< .001), ambas correlaciones fueron estadísticamente significativas,
aunque de magnitudes diferentes. En las subescalas, la de Ansiedad del DASS-21
mostró una correlación con el Inventario de Ansiedad de Beck de (r= .76, p<
.001), y con el Inventario de Depresión de Beck una correlación de (r= .50,
p< .001), ambas significativas. La escala de Estrés del DASS-21 mostró
correlaciones estadísticamente significativas con el Inventario de Ansiedad de
Beck (r= .64, p< .001), y con el Inventario de Depresión de Beck (r= .57,
p< .001). En el presente estudio se evaluó la validez de constructo usando
el análisis factorial confirmatorio; se utilizaron varios índices para evaluar
el ajuste global del modelo: el X2 mostró (< .01) discrepancia
entre el modelo hipotético y el construido a partir de los datos; también se
utilizó el índice de ajuste comparativo (CFI) de > .90 (buen ajuste a los
datos); índice ajustado por parsimonia (PCFI) con valores > .70 (buen ajuste
del modelo); el promedio de la raíz cuadrada del error de aproximación (RMSEA)
con valores menores a .06 (buen ajuste de los datos).
Para medir el vínculo parental temprano, se utilizó el
Parental Bonding Instrument
(P.B.I), desarrollado por Parker et al. (1979). Basado en la teoría del apego
de John Bowlby (1989), que mide la percepción de la conducta y actitud de los
padres en relación con el sujeto en su infancia y hasta los 16 de la
adolescencia. Se utilizó la estandarización del P.B.I. (Parental Bonding Instrument), versión
adaptada a la población entre 16 y 64 años del Gran Santiago de Melis et al.,
(2001). Los índices de confiabilidad (de la escala original) para las escalas
divididas por el sexo del progenitor, presentaron valores que fluctuaron entre
.63 y .88. En la adaptación chilena los índices de Consistencia Interna para
las escalas divididas por el sexo del progenitor fluctuaron entre .78 y .93. En
el presente estudio se estimó la confiabilidad mediante el índice de
Consistencia Interna, se utilizó el coeficiente de correlación SpearmanBrown y coeficiente Alfa de Cronbach, mostraron
valores de .78 y .89, respectivamente. También se estimó la validez de
constructo, obtenida a través de la realización de un Análisis Factorial
Exploratorio, por el método de Rotación Varimax; se
encontró una proporción de varianza total (varianza de factores comunes) de
39.78%.
Procedimiento
La muestra fue
captada por un total de 15 alumnos que realizaban el trabajo de fin de grado,
fueron entrenados en la administración de cuestionarios, mediante procedimientos de role
playing. Se les solicitó que seleccionaran de su
entorno cercano a un grupo de entre 8 y 10 adultos mayores de 18 años, mediante
el efecto de bola nieve (Thomson, 2002).
Análisis
estadísticos de los datos
Se utilizó
el modelo de regresión logística binaria para la construcción del perfil.
El modelo logístico
empleado fue:
La finalidad
del modelo logístico fue utilizar una técnica para predecir la presencia de la
depresión en mujeres periparto, considerando las variables independientes: la
inteligencia emocional (con sus las tres dimensiones, atención, claridad, y
reparación), el estilo parental que se divide en cuidado (materno y paterno) y
sobreprotección (materno y paterno); la edad; situación laboral; estado civil;
y tiempo de matrimonio o convivencia. Se tomó como variable dependiente, la
presencia de la depresión, con un punto de corte de ≥ a 14, y ausencia ≤ 13 en
la escala del DASS- 21. Aquellas variables para las cuales la razón de ventajas
(ROA) o la prueba de U de Mann Whitney resultaron significativas hasta un 15 %
fueron incluidas en el análisis logístico multivariado para ser ajustadas. Se
utilizó el método de selección por pasos, por contrastar la entrada basada en
la significación del estadístico de puntuación y contrasta la eliminación basándose
en la probabilidad del estadístico de la razón de verosimilitud que se basa en
estimaciones condicionales de los parámetros (IBM, 2022), para detectar en el
conjunto de variables cuantitativas que mejor predicen la respuesta. Se fijó un
nivel de significación para la entrada de .15 y para la salida de .20; lo que
permite eliminar de la ecuación del modelo aquellas variables con un valor de
dicho estadístico no significativo. Posteriormente se estudiaron los posibles
efectos de interacción y confusión.
Aspectos éticos
La presente investigación fue aprobada
por la comisión de evaluación del Doctorado en Psicología de la Universidad de
Palermo (Argentina), registrada bajo el número:
http://hdl.handle.net/10226/2033. Se resguardaron los aspectos éticos durante
todo el desarrollo de las etapas investigativas. Estos aspectos se enmarcan en
lo planteado por el Colegio de Psicólogos de Chile, en su código de ética
profesional, destacando los siguientes criterios:
a) Consentimiento Informado: El uso
del consentimiento informado responde a una ética kantiana donde los seres
humanos deben ser tratados como un fin en sí mismos y nunca como un medio para
conseguir algo. “Así, los participantes del estudio deben estar de acuerdo con
ser informantes y, a su vez, deben conocer tanto sus derechos como sus
responsabilidades dentro de la investigación” (Denzin y Lincoln, 2000, p. 67).
En ese sentido se consideraron también
dentro de los requerimientos éticos del colegio de psicólogos de Chile, los siguientes:
b) El Respeto a las personas:
protegiendo su autonomía, donde se le indicó a los participantes la
posibilidad de retirarse en cualquier momento del estudio y se les trató con
cortesía, respeto y sin emitir juicios de valor.
c) Beneficencia: donde se minimizan
los riesgos para los sujetos de la investigación y se potencia al máximo los
beneficios para los sujetos.
d) Justicia: en que los riesgos y
beneficios de un estudio de investigación deben ser repartidos equitativamente
entre los sujetos de estudio. Bajo toda circunstancia debe evitarse en el
estudio procedimientos de riesgo exclusivamente en población vulnerable por
motivos de raza, sexo, estado de salud mental, etc.; es decir, usar
procedimientos razonables, no explotadores y bien considerados para asegurarse
de que se administran correctamente como es el caso de la aplicación de las
pruebas psicométricas utilizadas.
e) Confidencialidad: El código de
ética hace énfasis en la seguridad y protección de la identidad de las personas
que participan de la investigación, además respecto a los datos recopilados.
Teniendo todo esto en conjunto un carácter confidencial y exclusivamente con
fines académicos y para la investigación.
RESULTADOS
La Tabla 1
muestra las categorías para los niveles de Depresión, Ansiedad y Estrés
establecida por Lovibond y Lovibond
(1995), de acuerdo a la cantidad de síntomas que presentan las personas y la
frecuencia de los mismos en cada una de las subescalas. Usando dichas
categorías obtuvimos que el 53.1% (145 mujeres embarazadas) de la muestra,
mostraron niveles depresión de leve a severo. Pero para el presente estudio
solo se consideró la presencia o ausencia de depresión, categorizando los
puntajes con un punto de corte de ≥ a 14, y ausencia ≤ 13 en la escala del
DASS- 21, obteniéndose 105 mujeres (38.46 %) de la muestra con síntomas para
considerarlas con depresión.
Tabla 1. Categorías
para los niveles de Depresión, Ansiedad y Estrés del DASS-21.
|
Depresión |
Ansiedad |
Estrés |
Normal |
0-9 |
0-7 |
0-14 |
Leve |
10-13 |
8-9 |
15-18 |
Moderado |
14-20 |
10-14 |
19-25 |
Severo |
21-27 |
15-19 |
26-33 |
Extremadamente Severo |
28+ |
20+ |
37+ |
Nota. Lovibond y Lovibond (1995).
Las medias (Tabla 2) de las tres dimensiones
que componen la variable inteligencia emocional fueron similares, van desde
27.26 (SD= 5,77) en la dimensión claridad hasta 28.42 (SD= 5,68) en atención.
De igual formas las medias en las dimensiones de cuidado 20,43 (SD= 5,00) y
21,94 (SD= 4,42), fueron mayores en contraste con las medias de sobreprotección
16,82 (SD= 5,67) y 20,10 (SD= 3,88). De igual forma dentro de cada dimensión el
elemento paterno fue puntuado más alto que el materno. Pero la diferencia más
marcada se observó entre cuidado materno 20,43 (SD= 5,00) y sobreprotección
materna 16,82 (SD= 5,67).
La frecuencia
(fx) y proporción (%) de personas con sintomatología
depresiva, ansiosa y estrés vario (Tabla 1) entre las mujeres de estudio. El
53.1% mostró un nivel depresión, este número aumenta a 79.5% con síntomas de
estrés y 88.3% con síntomas de ansiedad. Lo cual muestra que la ansiedad es el
estado emocional predominante en el grupo de mujeres embarazadas.
Tabla 2. Estadísticos descriptivos de las Variables
predictoras y predicha.
|
Rango |
M (DE) |
EE |
Asimetría |
Curtosis |
Inteligencia Emocional |
|||||
Atención |
15 - 40 |
28.42 (5.68) |
0.34 |
0.33 |
-0.51 |
Claridad |
18 - 40 |
27.26 (5.77) |
0.35 |
0.23 |
-0.77 |
Reparación |
15 - 40 |
27.56 (5.93) |
0.36 |
0 |
-0.71 |
Estilo vincular |
|||||
Cuidado Materno |
0 - 31 |
20.43 (5.00) |
0.3 |
-1.24 |
4.04 |
Cuidado Paterno |
8 - 29 |
21.94 (4.42) |
0.27 |
-0.77 |
0.56 |
Sobreprotección Materna |
0 - 31 |
16.82 (5.67) |
0.34 |
0.01 |
0.42 |
Sobreprotección Paterna |
11 - 30 |
20.09 (3.80) |
0.23 |
0.39 |
0.55 |
Normal |
Leve |
Moderado |
Severa |
Extremadamente Severa |
|
|
n (%) |
n (%) |
n (%) |
n (%) |
n (%) |
Depresión |
128 (46.88%) |
40 (14.65%) |
55 (20.14%) |
50 (18.32%) |
0 (0.00%) |
Ansiedad |
32 (11.72%) |
14 (5.13%) |
106 (38.83%) |
69 (25.27%) |
52 (19.05%) |
Estrés |
56 (20.51%) |
97 (35.53%) |
60 (21.97%) |
35 (12.82%) |
25 (9.16%) |
Nota: M = media. DE =
desviación estandar. EE = error estándar.
El modelo de eficacia de ROA indica que hay una mejora significativa en
la predicción en las probabilidades de ocurrencia de la depresión (Chi
cuadrado: 261,887; gl 14; p > .001). El valor de R2
de Nagelkerke indica que el modelo propuesto explica
el 82,4% de la varianza de la VD (Presencia de la depresión). Indica que la
varianza explicada por el modelo es significativa (Chi2: 124,578; gl 8; p > .001). Para el análisis de regresión logística
indica que hay un 95.2% de probabilidad de acierto en el resultado de la
depresión cuando se incorpora cada una de las variables del modelo.
Probabilidad de ocurrencia (Tabla 3) se utilizó un error de medida de 5%
(p ‹ .05) muestra que a mayor edad hay más probabilidad de tener depresión. A
menor puntaje de claridad (Inteligencia emocional) hay más probabilidad de
tener depresión. A mayor puntaje de reparación hay más probabilidad de tener
depresión. Con puntajes altos de sobreprotección materna hay más probabilidad
de tener depresión. Mayores puntajes de cuidado paterno hay más probabilidad de
tener depresión. Menores puntajes de sobreprotección paterna hay más
probabilidad de tener depresión. Mayores niveles de estrés hay más
probabilidades de tener depresión. Si la mujer trabaja hay más probabilidades
de depresión. Si es soltera hay más probabilidades de depresión.
Table 3. Parámetros del modelo de regresión logística de
depresión con los predictores de: la edad, inteligencia emocional, estilo
vincular, ansiedad, estrés, condición laboral, y estado civil.
β |
EE |
Wald |
p |
Exp(B) |
|
Edad |
0.23 |
0.08 |
7.43 |
.006* |
1.25 |
Inteligencia emocional |
|||||
Atención |
-0.03 |
0.07 |
0.15 |
0.701 |
0.97 |
Claridad |
-0.3 |
0.08 |
13.14 |
.000* |
0.74 |
Reparación |
0.2 |
0.08 |
6.77 |
.009* |
1.23 |
Estilo vincular |
|
|
|
|
|
Cuidado Materno |
-0.3 |
0.06 |
0.23 |
0.633 |
0.97 |
Sobreprotección Materna |
0.53 |
0.12 |
19.33 |
.000* |
1.69 |
Cuidado Paterno |
0.17 |
0.07 |
5.76 |
0.016 |
1.18 |
Sobreprotección Paterna |
-0.35 |
0.14 |
5.94 |
0.015 |
0.71 |
Ansiedad |
-0.03 |
0.29 |
0.01 |
0.903 |
0.97 |
Estrés |
2.27 |
0.46 |
24.42 |
7.735 |
9.7 |
Condición Laboral |
|||||
No trabaja |
0.67 |
0.91 |
0.38 |
0.623 |
0.71 |
Trabaja |
5.91 |
0.98 |
36.73 |
1.354 |
368.92 |
Estado Civil |
|||||
Casada |
0.65 |
1.22 |
0.29 |
0.591 |
1.92 |
Soltera |
3.66 |
0.87 |
17.8 |
.000* |
38.77 |
Tiempo de Matrimonio |
-0.01 |
0.01 |
0.8 |
0.369 |
0.99 |
Constante |
-15.7 |
4.3 |
13.35 |
.000* |
1.51 |
Para analizar la estimación de presencia de la depresión frente a que no
esté presente (ratios) y la presencia de cada uno de los grupos o dimensiones
de las variables independientes (odds ratios), se
procedió a dividir la presencia de la depresión entre cada grupo, especificados
en la tabla 4, donde se observa que la presencia de la depresión es 2.55 veces
más probable en el grupo de mujeres de 18 a 28 años, frente a no estar
presente; de igual forma es 1.74 veces más probables que esté presente en el
grupo de mujeres de 29 a 38 años frente a no presentar depresión durante el
embarazo; por consiguiente es mayor el riesgo si la
mujer tiene entre 18 y 28 años de presentar depresión durante el embarazo. En
cuanto a la inteligencia emocional, es 4.17 veces más probable que las personas
con bajos valores en la dimensión claridad presenten depresión, frente a no
presentar. De igual forma es 3.96 veces más probable que presenten depresión
las mujeres que tienen altos puntajes en la escala de reparación, frente a las
mujeres que tienen puntajes más bajos. En la variable estilo vincular es 6.83
veces más probable que las mujeres presenten depresión si tienen un estilo
vincular de sobreprotección materna, frente a no presentar depresión durante el
embarazo. Otra variable predictora fue el estrés, que tiene 9.32 más veces de
presentar depresión durante el embarazo las madres con altos puntajes de
estrés, frente a las madres con bajos puntajes de estrés durante el embarazo.
Es el factor que más impacto en la presencia de depresión durante el embarazo.
En referencia al estado civil se pudo estimar que las mujeres solteras tienen
5.45 más veces la posibilidad de presentar depresión durante el embarazo frente
a no presentarlo. Debido a la probabilidad diferencial que se observaron en los
niveles (o dimensiones) de las variables edad, inteligencia emocional, y estado
civil, se consideran que variables en interacción con la presencia de la
depresión durante el embarazo. De igual forma la variable estrés aparece como
una variable de confusión porque al suprimirse su presencia cambia la
asociación con las otras variables predictoras de la depresión.
Table 4. Modelos de regresión logística con depresión
durante el seguimiento como variable dependiente.
|
Modelo crudo (n=273) |
Modelo ajustado (n=259) |
||
145 pueden presentar
depresión |
136 pueden presentar
depresión |
|||
OR (95% CI) |
Coeficiente |
OR (95% CI) |
Coeficiente |
|
Edad |
|
|
|
|
de 18 a 28 años |
2.44 (1.47 - 3.87) |
1.25 |
2.55 (1.74 - 4.23) |
1.31 |
de 29 a 38 años |
1.94 (1.76 - 2.33) |
0.81 |
1.74 (1.53 - 1.98) |
0.78 |
Inteligencia emocional |
||||
Atención |
1.16 (0.58 - 2.44) |
0.42 |
1.02 (0.49 - 2.13) |
0.35 |
Claridad |
3.86 (2.11 - 5.62) |
1.32 |
4.17 (2.34 - 6.48) |
1.69 |
Reparación |
3.23 (2.04 - 6.12) |
1.22 |
3.96 (2.57 - 6.31) |
1.53 |
Estilo vincular |
||||
Cuidado Materno |
1.26 (0.92 - 2.51) |
0.33 |
1.18 (0.84 - 2.65) |
0.29 |
Sobreprotección Materna |
6.51 (5.74 - 7.13) |
2.13 |
6.83 (5.82 - 7.49) |
2.41 |
Cuidado Paterno |
1.35 (1.03 - 2.36) |
0.47 |
1.47 (1.16 - 2.31) |
0.67 |
Sobreprotección Paterna |
1.23 (0.87 - 1.74) |
0.51 |
1.39 (1.02 - 2.35) |
0.72 |
Ansiedad |
1.02 (0.86 - 2.15) |
0.16 |
1.19 (0.82 - 2.06) |
0.25 |
Estrés |
9.63 (8.56 - 9.96) |
2.45 |
9.32 (8.51 - 9.72) |
2.23 |
Condición laboral |
|
|
|
|
Trabaja |
1.29 (1.14 - 2.25) |
0.43 |
1.49 (1.21 - 2.33) |
0.66 |
No trabaja |
1.05 (0.65 - 1.46) |
0.17 |
1.23 (1.07 - 1.87) |
0.22 |
Estado civil |
|
|
|
|
Casada |
1.18 (0.43 - 2.31) |
0.42 |
1.14 (0.48 - 2.22) |
0.35 |
Soltera |
5.29 (3.84 - 6.37) |
2.26 |
5.45 (4.82 - 6.54) |
2.39 |
Tiempo de Matrimonio |
1.22 (0.82 - 2.47) |
0.38 |
1.17 (0.81 - 2.79) |
0.34 |
Nota. Variable de
confusión: el estrés; Variables de interacción: la edad, la inteligencia
emocional, y el estado civil.
DISCUSIÓN
Hallazgos
principales
El modelo de
regresión cumplió los dos objetivos previstos para su utilidad. Primero mostró
una capacidad explicativa del 82.4% de la varianza de la depresión usando la
estimación paso a paso. El valor corregido de R2 de Nagelkerke aumentó al 95.2% de probabilidad de acierto en
la presencia de depresión cuando se usa como variables independientes: la edad,
la inteligencia emocional, el estilo vincular, la ansiedad, el estrés, la
condición laboral, y el estado civil, usando como parámetro los niveles de
estrés.
En cuanto al
segundo objetivo de la técnica que es la estimación se pudo observar que la
variable que muestra más relación con la presencia de la depresión es los altos
niveles de estrés (Grote y Bledsoe,
2007; Gotlib et al., 1989; Saisto
et al., 2001); en segundo lugar puntajes altos en la dimensión sobreprotección
materna se relacionan con la presencia de la depresión durante el embarazo (Babb et al., 2015); como tercera variable relacionada con
la presencia de la depresión se apreció la categoría soltera de la variable
estado civil; la cuarta variable identificada fue los puntajes bajos en la
dimensión claridad de la inteligencia emocional (Beltrán-Jiménez y Ortiz
(2011); seguida los puntajes altos en la dimensión reparación se relaciona con
la presencia de la depresión durante el embarazo (Fernández-Berrocal et al.,
2003); la última variable del modelo que se presento fue la edad, con mayor
impacto en el rango de edad de 18 a 28 años.
Se obtuvo
como variable de confusión en el modelo propuesto el estrés, debido a se
relaciona de manera directa con otras variables predictoras. También se
identificaron las variables en interacción con la presencia de la depresión
durante el embarazo a la edad, la inteligencia emocional y el estado civil,
debido a que la asociación entre estas variables y la variable a predecir varía
según los diferentes niveles (o dimensiones) de cada una de estas variables.
Comparación
con otros estudios
La prevalencia
de síntomas depresivos perinatales de 38.46 % del estudio, contrasta con la
amplia variabilidad de otros estudios de Latinoamérica, entre los que podemos
mencionar el de Lam et al., (2010), que estimo en 34.1%, estudios más recientes
como el de Gaviria et al., (2019) reportaron 22,36%, Osma-Zambrano et al., (2019)
el 24.6%, Aguilar Figueroa et al., (1998) que obtuvieron 21%, y Lara Vidal (2021)
obtiene el 7.67%. Queda en evidencia que la incidencia en los países
latinoamericanos, según Barrera y Nichols (2015), y Malpartida (2020), es mayor
que a nivel mundial (15%). Por otro lado, otros estudios reportan valores por
encima, como las investigaciones de Campos Cabos (2017) quien reporta el 41%, y
Nunton Marchand, Alvarado Ríos y Pérez Llanos (2020)
un 77,2% (durante la pandemia del COVID-19) en sus muestras. El modelo de
regresión logística encontró asociación entre síntomas depresivos perinatales
clínicamente significativos y los factores psicosociales: estado civil (solteras),
tienen 5.45 más veces la posibilidad de presentar depresión durante el embarazo,
valor inferior al aportado por de Gaviria et al., (2019) de 6.26 en mujeres que
han finalización una relación de pareja. El 88.3% de la muestra presentó síntomas
de ansiedad, similar. Las variables predictoras comunes con la investigación de
Campos Cabos (2017) fueron: la edad y el estado civil. Otra variable presente
en la investigación de Seguil Rojas y Povis Matencio (2022) fue la afectividad
negativa (lo que en nuestro estudio sería la dimensión claridad de la
Inteligencia emocional), que correlaciono significativa y moderada con la depresión
perinatal. Hasta el momento son pocas las investigaciones que abordan las
variables consideradas en el estudio, las investigaciones encontradas hacen
énfasis en factores como apoyo o abandono (familiar, pareja, social);
condiciones durante el embarazo, como abortos, violencia, planificación del
embarazo); condiciones económicas (familia, pareja, personal); antecedentes
depresivos (propios y de familia), son las dimensiones y variables más citadas
en las investigaciones.
Implicancias
en salud pública
La depresión
prenatal se ha asociado con (Costa, Larouche, Dritsa & Brender, 2000): Bajo
peso al nacer, aumento de riesgo de parto prematuro, preeclampsia, irritabilidad
neonatal, conductas de bajo autocuidado durante el embarazo (tabaquismo e
ingesta de alcohol y/o sustancias), y mala adherencia a controles prenatales. Estas
situaciones, ocasionan mayores consultas a los centros de salud, mayores
riesgos de vida y mayores recursos económicos en el sistema de salud. Por
consiguiente, es necesario seguir potenciando la búsqueda de prevención y
detección temprana. Este cuadro de salud termina afectando, además de la madre
(física y mental), al bebe (se han detectado déficit social y cognitivo), es
decir, la salud y la relación entre ambos, incluso puede afectar las relaciones
familiares (pareja y entorno cercano). Otro impacto en el sistema de salud es
la poca existencia de programas para la prevención, aunque se disponen de
amplios datos estadísticos para estimar los riesgo de sufrir depresión
perinatal y establecer un correcto seguimiento de la salud perinatal (Ayerza y Herraiz, 2015). En necesario seguir trabajando en obtener evidencia
científica de los tratamientos e intervenciones, debido a la amplia gama que
existen y se emplean en la actualidad (Hara, Dennis,
McCabe y Galbally, 2015). Existe apoyo de los más Importantes
organismos internacionales, que han destacado la importancia de la prevención,
facilitan directrices y recomendaciones sobre metodología, instrumentos de
evaluación y características de las intervenciones, entre ellos podemos
mencionar: el US Preventive Services Task Forceen (Connor, Rossom, Henninger, Groom y Burda,
2016), La American Academy of
Pediatrics (AAP), Earls and
the Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family (2015), El American College
of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) (2013, 2015), y el National
Institute for Health and Care Excellence (2014,
2015). La depresión perinatal puede llegar a la discapacidad temporal o
permanente de la madre, incluso existe un mayor riesgo de desarrollo de
depresión en los próximos cinco años con una tasa de recurrencia de un 60% a
80% posterior al primer episodio depresivo postparto (Cooper & Murray,
1995). En el campo específico de la clínica, la depresión perinatal o postparto
entra dentro de los trastornos del estado de ánimo del puerperio, junto con la tristeza
postparto y la psicosis postparto, tienen una alta prevalencia en muchas partes
del mundo (Medina-Serdán, 2013), convirtiéndose en una de las primeras
complicaciones perinatales y por ende en un problema de salud pública.
Fortalezas y
limitaciones
Este estudio
representa un aporte a la evidencia empírica para explicar la completa relación
y causalidad de una condición de salud que viven un importante número de
mujeres embarazadas.
Otra
fortaleza es la posición asumida por los investigadores, al priorizar en el
diseño la incorporación de variables de índole personal o interna a la mujer.
En la literatura predominan las investigaciones que consideran variables
externas, relacionales y experiencias vividas. En conjunto amplia la
comprensión y explicación de la presencia de la depresión perinatal.
Se pudieron
obtener indicadores con importante peso explicativo de la depresión posparto
que contribuya a proponer nuevas investigaciones que incorporen solo variables
comprobadas empíricamente.
Una
limitación es la amplitud temporal del concepto, hay autores que lo consideran
además del tiempo de gestación del bebe, los primeros meses postparto, llegando
incluso hasta los 12 meses. Esto ocasiona una variabilidad de factores al
incorporar dos momentos de la vida del bebe y procesos o etapas de la madre.
Otra limitación es la amplitud de valores de prevalencia reportada en las
investigaciones, en muestras latinoamericanas, siendo mucho mayor que las
reportadas a nivel mundial.
Conclusiones
La regresión
logística resultó una prueba pertinente y robusta para continuar con la
detección de variables y aspectos relacionados con la presencia de la depresión
perinatal, que ayude en el futuro a comprender la compleja causalidad de esta
enfermedad que inicia en las pacientes obstétricas. Este diseño permitió
identificar variables claves para la detección de la depresión perinatal: en
primer lugar el estrés, luego la sobreprotección materna, luego el estar
soltera, después la poca claridad de las emociones, también los bajos recursos
para recuperarse de las emociones negativas, y por último, la edad, es decir
ser del grupo más joven. Esta combinación de variables mostró una alta
explicación de la varianza de la depresión perinatal. Esta temática de gran
importancia para la psicología perinatal en Chile requiere de mayor desarrollo,
continuando con investigaciones hasta llegar a la intervención. El proyecto busca
promover la investigación regional ampliando la base empírica y teórica de la
temática y por ende del área profesional.
Se mostró la
importancia de implementar sistemas preventivos que atiendan a las mujeres
gestantes, que permitan disminuir la preeminencia de las incapacidades crónicas
o de las reincidencias depresivas y, por ende, reducir al mínimo las
limitaciones funcionales consecutivas.
ORCID
Sandro Giovanazzi: https://orcid.org/0009-0009-0692-9025
Aquiles Pérez: https://orcid.org/0009-0004-5496-2915
CONTRIBUCIÓN
DE LOS AUTORES
Sandro Giovanazzi: Recolección de datos, Escritura, Revisión, Análisis
de datos, Redacción y edición.
Aquiles Pérez: Escritura, Revisión, Metodología, Análisis de datos, Redacción
y edición.
FUENTE DE FINANCIAMIENTO
El financiamiento de los costos para la realización del proyecto
proviene de los ingresos profesionales que tienen los investigadores. Se
utilizaron los recursos económicos personales para solventar los gastos que
generó el diseño, el trabajo de campo, el análisis de resultados y la redacción
del documento final.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores
expresan que no hubo conflictos de intereses al recoger los datos, analizar la
información ni redactar el manuscrito.
AGRADECIMIENTOS
No aplica
PROCESO DE
REVISIÓN
Este estudio ha
sido revisado por dos revisores externos en modalidad de doble ciego. El editor
encargado fue Anthony Copez-Lonzoy. El proceso de revisión se
encuentra como material suplementario 1.
DECLARACIÓN
DE DISPONIBILIDAD DE DATOS
La base de
datos puede solicitarle mediante correo electrónico a los autores.
DESCARGO DE
RESPONSABILIDAD
El autor es responsable de todas las afirmaciones realizadas en este
artículo.
REFERENCIAS
Aguilar
Figueroa, V., Morales Carmona, F. y Barranco Jaubert, A. (1998). Depresión y
pérdidas perinatales en pacientes diabéticas del Instituto Nacional de
Perinatología Perinatol. reprod. hum ; 12(4): 210-7
Alhusen,
J., Hayat, M. y Gross, D. (2013). A longitudinal study of maternal attachment
and infant developmental outcomes. Archives
of Women's Mental Health, 16,
521–529.
Antúnez,
Z. y Vinet, E. (2012). Escalas de
Depresión, Ansiedad y Estrés (DASS - 21): Validación de la Versión Abreviada en
Estudiantes Universitarios Chilenos. Terapia Psicológica,
30 (3), 49-55.
Association American Psiquiatric (2014). Diagnostic
and Statistical Manual for Mental Disorders, 5th edition. Washington, DC: American Psychiatric Association.
Ayerza, A. y Herraiz, N. (2015). Indicadores de salud perinatal
Diferencias de la información registrada por el INE y la de los hospitales que
atienden los nacimientos. Revista Española de Salud Pública, 89, 1-4
Babb, J., Deligiannidis, K., Murgatroyd C., y Nephew B. (2015). Peripartum depression and anxiety as an integrative cross domain target
for psychiatric preventative measures. Behavioural Brain
Research. 276 (1), 32–44. https://doi.org/10.1016/j.bbr.2014.03.039
Banti, S., Mauri, M., Borri, C., Rambelli, C., Ramacciotti, D., y
Oppo, A. (2010). P02-373 - Prevalence, incidence, recurrence and new onset of
depression durin pregnancy. results from the
perinatal depression-research y screening unit (PND-RESCU) study. European Psychiatry, 25,
1389. http://dx.doi.org/10.1016/s0924-9338(10)71375-4
Barraza,
R. y González, M. (2016). Rendimiento académico y autopercepción de
inteligencias múltiples e inteligencia emocional en universitarios de primera
generación. Revista Electrónica
"Actualidades Investigativas en Educación", 16, 1-23.
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44745615013.
Barraza,
R., Heise, D., y Giovanazzi, S. (2015). Relación entre niveles de depresión,
inteligencia emocional percibida y percepción de cuidados parentales en
embarazadas. Revista Liminales. Escritos
Sobre Psicología Y Sociedad, 4(08), 179-197. https://doi.org/10.54255/lim.vol4.num08.275
Barrera AZ, Nichols AD. (2015). Depression help-seeking attitudes and
behaviors among an Internet based sample of Spanish-speaking perinatal women. Rev
Panam Salud Publica.
37(3):148-53.
Bayrampour,
H., Salmon, C., Vinturache, A., y Tough, S. (2015).
Effect of depressive and anxiety symptoms during pregnancy on risk of obstetric
interventions. Journal of Obstetrics and Gynaecology
Research, 41 (7)1040-1048. https://doi.org/10.1111/jog.12683
Beltrán-Jiménez,
B. y Ortiz-Acosta, R. (2011). Síntomas depresivos, inteligencia emocional
percibida y formas de afrontamiento en mujeres embarazadas. Ansiedad y Estrés, 17 (2-3), 255-264.
Bowlby,
J. (1989). Vínculos Afectivos: formación,
desarrollo y pérdida. Morata.
Campos Cabos, L. (2017).
Factores sociodemograficos y psicosociales asociados a depresión perinatal
en gestantes. Universidad Privada Antenor Orrego.
Celik, C., Ozdemir, B., y Oznur, T. (2015). Suicide
Risk Among Perinatal Women Who Report Thoughts of Self-Harm on Depression Screens.
Obstetrics y
Gynecology, 126(1), 216-217.
http://dx.doi.org/10.1097/aog.0000000000000941
Chinchilla-Ochoa,
D., Barriguete-Chávez Peón, P., FarfánLabonne, B., Garza-Morales, S., Philippe
Leff-Gelman, P. y Flores-Ramos, M. (2019). Depressive
symptoms in pregnant women with high trait and state anxiety during pregnancy
and postpartum. International Journal of Women's Health, 11, 257–265. https://doi.org/10.2147/IJWH.S194021
Cooper, P.J, y Murray, L. (1995). Course and recurrence of postnatal
depression: Evidence for the specificity of the diagnostic concept. J Psychiatry Suppl., 166 (2), pp. 191-195.
Da Costa, D., Larouche, J., Dritsa, M. y Brender, W. (2000). Research report: Psychosocial correlates of prepartum and postpartum
depressed mood J Affect Disord., 59 (1), pp.
31-40
Dennis C, y McQueen K. (2009). The relationship between infant-feeding
outcomes and postpartum depression: A qualitative systematic review. Pediatrics,
123 (7), 36-51.
Denzin, N. K., y Lincoln, Y. S. (2000). Introduction: The discipline
and practice of qualitative research. Handbook of Qualitative Research (2nd
ed.). ThousandOaks.
Dorca, A. B. (2015).
Estudio de la Parentalidad. En Bejar y Prego,
Asociación Española de Neuropsiquiatría Perinatal y del Niño de 0 - 3 años (págs.
23 - 45). Asociación Española de Neuropsiquiatría.
Espinoza-Venegas,
M., Sanhueza-Alvarado, O., Ramírez-Elizondo, N. y Sáez-Carrillo, K. (2015).
Validación de constructo y confiabilidad de la escala de inteligencia emocional
en estudiantes de enfermería. Revista
Latino-Americana de Enfermagem. 23(1), 139-147. https://doi.org/10.1590/0104-1169.3498.2535.
Extremera,
N. y Fernández-Berrocal, P. (2006). El modelo de inteligencia emocional de
Mayer y Salovey: Implicaciones educativas para padres y profesores. En las III
Jornadas de Innovación Pedagógica: Inteligencia Emocional. Una brújula para el
siglo XXI (132-145).
Fernández-Berrocal,
P., Extremera, N. y Ramos, N. (2004). Inteligencia emocional y depresión. Encuentros en Psicología Social, 1 (5),
251-254.
Ferreira,
E., Granero, R., Noorian, Z., Romero, K. y Domenech-Llabería, E. (2012).
Acontecimientos vitales y sintomatología depresiva en población adolescente. Revista de Psicopatología y Psicología
Clínica, 17 (2), 123-136.
Gaviria,
S., Duque, M., Vergel, J. y Restrepo, D. (2019). Síntomas depresivos
perinatales: prevalencia y factores psicosociales asociados. Revista
Colombiana de Psiquiatría. Volume 48, Issue 3, Pages 166-173 https://doi.org/10.1016/j.rcp.2017.09.002
González,
M.T y Landero, R. (2006). Síntomas psicosomáticos y teoría transaccional del
estrés. Ansiedad y Estrés, 12(1),
45-61
Gotlib, I., Whiffen, V., Mount J., Milne, K., y Cordy, N. (1989).
Prevalence rates and demo-graphic characteristics associated with depression in
pregnancy and the postpartum. Journal of
Consulting and Clinical Psychology, 57(2):269-74.
Grote, N.K. y Bledsoe, S.E. (2007). Predicting Postpartum Depressive
Symptoms in New Mothers: The Role of Optimism and Stress Frequency during Pregnancy.
Health y Social Work,
32(2), 107-118.
IBM
(2022). Métodos de selección de variables en el análisis de regresión
logística. https://www.ibm.com/docs/es/spss-statistics/saas?topic=regression-logistic-variable-selection-methods
Jadresic,
M. (2010). Depresión en el embarazo y el puerperio. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 48(4), 269-278.
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttextypid=S0717-92272010000500003ylng=esytlng=es.
Jadresic
E, Nguyen D, Halbreich U. (2007). What does
Chilean research tell us about pospartum depression? J
Affect Disord. Revista médica de Chile,
102, 237-43.
Lam
, N., Contreras, H. Mori, E., Hinostroza, W., Hinostroza, R., Torrejón, E., Coaquira,
E. y Hinostroza, W. (2010). Factores psicosociales y depresión antenatal en
mujeres gestantes. Estudio multicéntrico en tres hospitales de Lima, Perú. Abril
a junio de 2008. Revista Peruana de Epidemiología, vol. 14, núm. 3, pp.
193-200.
Lara
Vidal, D. (2021). Prevalencia de la depresión en pacientes embarazadas. Universidad
Veracruzana. Instituto Mexicano de Seguro Social.
Lazarus,
R. (2000). Estrés y emoción. Manejo e implicaciones en nuestra salud. Desclée
de Brouwer.
Lovibond, S.H. y Lovibond, P.F. (1995). Manual for the Depression
Anxiety Stress Scales. (2nd. Ed.) Sydney: Psychology
Foundation.
Malpartida,
M. (2020). Depresión postparto en atención primaria. Revista Médica Sinergia, 5 (2). https://doi.org/10.31434/rms.v5i2.355
Mauri, M. et al (2010). Beyond “postpartum
depressions”: Specific anxiety diagnoses during pregnancy predict different
outcomes: Results from PND-ReScU. Journal of Affective Disorders, 127, 177-184.
https://doi.org/10.1016/j.jad.2010.05.015
Medina-Serdán, E. (2013). Diferencias
entre la depresión postparto, la psicosis postparto y la tristeza postparto. Maestría en Psicología Clínica y Psicoterapia. Universidad Anáhuac del
Norte.
Melis, F., Dávila, M., Ormeño, V., Vera, V., Greppi, C. y Gloger, S.
(2001). Estandarización del P.B.I. (Parental Bonding
Instrument), versión adaptada a la población entre 16 y 64 años del Gran
Santiago. Centro Neuropsiquiátrico de Santiago (FM, MAD, SG), Servicio de Salud
Arauco (VV). Revista Chilena de
Neuro-Psiquiatría, 39(2), 132-139.
http://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272001000200005.
Mendoza
B. y Saldivia, S. (2015). Actualización en depresión postparto: el desafío
permanente de optimizar su detección y abordaje. Revista de Medicina de Chile, 143, 887-894.
https://scielo.conicyt.cl/pdf/rmc/v143n7/art10.pdf
Moreno,
A., Domingues, L., y Franca, P. (2004). Depresión post parto: prevalencia de
test de rastreo positivo en puérperas del Hospital Universitario de Brasilia,
Brasil. Revista Chilena de Obstetricia
y Ginecología, 69
(3), 209-213.
National Health and Medical Research Council (2000). Postnatal
depression. A systematic review of published scientific literature to 1999.
National Health and Medical Research Council.
Nunton Marchand, J.,
Alvarado Ríos, V., & Pérez Llanos, A. (2020). Impacto
psicológico de la pandemia del COVID-19, en gestantes de un establecimiento de
salud nivel III-2, Lima-2020. Revista de investigación científica Ágora,
7(2), 94-100.
Orr, S., Blaze, D., James, S., y Reiter, J. (2007). Depressive symptoms and indicators of maternal health status during
pregnancy. Journal
of Women´s Health, 16(4), 535-542.
Osma-Zambrano, S., Lozano-Osma, M., Mojica-Perilla, M. y
Redondo-Rodríguez, S. (2019). Depresión Prenatal, Epilepsia. Urgencias
Oftalmológicas, Vol. 22 Núm. 2. https://doi.org/10.29375/01237047.3586
Paolini, C., Oiberman, A. y Balzano, S. (2012). Factores
psicosociales asociados a un alto, medio y bajo riesgo de síntomas depresivos
en el posparto inmediato. Revista Brasileira
de Saúde Materno Infantil, 12(1), 65-73.
Parker
G., Tupling H., y Brown L. (1979). A Parental
Bonding Instrument. British Journal of Medical Psychology; Londres.
The British Psychological Society.
Quezada,
L. y González, M. (2012). El papel de los estresores y las condiciones de
estado civil para explicar la depresión y el estrés en adolescentes gestantes. Revista Psicología desde el Caribe, 29(1)
19-46. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21323171003
Rojas,
G., Guajardo V., Martínez, P. y Fritsch, R. (2018). Depresión posparto:
tamizaje, uso de servicios y barreras para su tratamiento en centros de
atención primaria. Revista médica de
Chile,146(9), 1001-1007.
https://doi.org/10.4067/s0034-98872018000901001
Saisto,
T., Salmela-Aro, K., Nurmi, J., y Halmesmäki, A. (2001). Psychosocial predictors of disappointment with delivery and puerperal
depression. A longitudial study. Acta Obstetricia et Gynecologica
Scandinavica, 80(1)39-45. https://doi.org/10.1034/j.1600-0412.2001.800108.x
Salovey,
P., y Mayer, J. (1994). Emotional
intelligence. Imagination, Cognition and
Personality, 9, 158-211.
Seguil Rojas, R. y Povis Matencio, T. (2022). Afectividad y
funcionalidad familiar percibida como variables predictoras de la depresión
postparto en madres en etapa perinatal de un hospital de Huancayo en tiempos de
pandemia covid-19. Universidad Peruana Unión. Unidad de Posgrado de
Psicología.
Silva,
E., Díaz, V., y Mejías, M.A. (2013). Ansiedad y Depresión durante el embarazo.
Informe Médico. 15 (2), 51-56. Uriarte, A.G. (2006). Estados emocionales en el
postparto. Medicina naturista,10, 5-9.
Woodard, S. A. (2010). Pregnancy and the meta-mood experience:
Differences on the trait meta-mood scale in pregnant and depressed women.
The Humanities and Social Sciences Collection.
http://search.proquest.com/docview/879546669?accountid=31175.